lunes, 10 de octubre de 2011
ME GUSTA SER UNA ZORRA
Si tú me vienes hablando de amor,
-qué dura es la vida cual caballo te guía-,
permíteme que te dé mi opinión:
mira, imbécil, que te den por culo,
me gusta ser una zorra...
ay ay ay ay ay... ¡cabrón!
Prefiero masturbarme yo sola en mi cama
antes que acostarme con quien me hable del mañana.
Prefiero joder con ejecutivos,
que te dan la pasta, y luego, pasa al olvido
Me gusta ser una zorra...
Dejando ahora mi profesión,
te pido un deseo de corazón,
quiero meter un pico en la polla
a un cerdo carroza llamado Lou Reed.
Me gusta ser una zorra
Las Vulpess
-qué dura es la vida cual caballo te guía-,
permíteme que te dé mi opinión:
mira, imbécil, que te den por culo,
me gusta ser una zorra...
ay ay ay ay ay... ¡cabrón!
Prefiero masturbarme yo sola en mi cama
antes que acostarme con quien me hable del mañana.
Prefiero joder con ejecutivos,
que te dan la pasta, y luego, pasa al olvido
Me gusta ser una zorra...
Dejando ahora mi profesión,
te pido un deseo de corazón,
quiero meter un pico en la polla
a un cerdo carroza llamado Lou Reed.
Me gusta ser una zorra
Las Vulpess
POR LA CALLE DEL OLVIDO
Ahora que todo acabó y que el tiempo te ha vencido,
y tu amigo te dejó dices que cuentas conmigo.
Como tienes el valor, yo que siempre me he dolido
de recordar lo que fue y lo que pudo haber sido.
Por la calle del olvido vagan tu sombra y la mía,
cada una en una acera por las cosas de la vida.
Por la calle del olvido donde nunca brilla el día,
condenados a una noche tan oscura como fría.
No sabes lo que luché para no soñar contigo
y no quieres entender que por fin lo he conseguido.
Yo estaba dispuesto a todo para tenerte conmigo
hasta hubiera trabajado, y te fuiste con mi amigo.
Por la calle del olvido vagan tu sombra y la mía,
cada una en una acera por las cosas de la vida.
Por la calle del olvido donde nunca brilla el día,
condenados a una noche tan oscura como fría.
Enrique Urquijo
y tu amigo te dejó dices que cuentas conmigo.
Como tienes el valor, yo que siempre me he dolido
de recordar lo que fue y lo que pudo haber sido.
Por la calle del olvido vagan tu sombra y la mía,
cada una en una acera por las cosas de la vida.
Por la calle del olvido donde nunca brilla el día,
condenados a una noche tan oscura como fría.
No sabes lo que luché para no soñar contigo
y no quieres entender que por fin lo he conseguido.
Yo estaba dispuesto a todo para tenerte conmigo
hasta hubiera trabajado, y te fuiste con mi amigo.
Por la calle del olvido vagan tu sombra y la mía,
cada una en una acera por las cosas de la vida.
Por la calle del olvido donde nunca brilla el día,
condenados a una noche tan oscura como fría.
Enrique Urquijo
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